Menelik, el mejor toro de Arequipa

 Arequipa, el Misti y Menelik

Paisaje con el volcán Misti al fondo

Arequipa, la "ciudad blanca del Perú", tiene dos emblemas: el majestuoso volcán Misti y las famosas peleas de toros.

En la historia de las peleas de toros encontramos al toro más emblemático, el más fuerte, el más poderoso y el que nunca perdió una pelea: Menelik.

Estatua del toro Menelik en tamaño natural

Fue un toro gigantesco y supremamente inteligente. Su historia la conocí cuando visité el Museo Menelik, que está ubicado en el número 180 de la calle Colón, en el municipio Paucarpata de la ciudad de Arequipa.

Allí nos contaron (a mí y a mi amiga María Jesús), que las peleas de toros se iniciaron con la finalidad de recaudar fondos para cubrir las necesidades de las diferentes comunidades arequipeñas.

Al parecer Menelik sabía esto y encontró una forma de ganar todas las peleas a las que lo inscribieron. 

Podrá parecerte extraño, pero ya conozco a los animales, así que no creo en que haya sido una casualidad que Menelik hubiera descubierto que, al enlazar a su contrincante con uno de sus cuernos, a la altura del cuello, ya habría ganado la mitad de la contienda. 

El toro contrario ya sentiría dolor y así estaría menos posibilitado de ejercer su fuerza contra Menelik, lo que hacía que se debilitara en pocos minutos, por lo que cedería ante el perpetuo ganador.

Estatua en bronce del toro Menelik


Menelik, el toro benefactor

A medida de que Menelik iba ganando peleas, los fondos para ayudar a la comunidad en donde vivía, fueron aumentando y fue así cómo el gran toro fue convirtiéndose en el mayor benefactor de toda un municipio.

Más allá de ser un gran luchador, Menelik pudo ofrecer muchos beneficios a personas de todas las edades. 

Escuelas, centros de salud y todo tipo de servicios públicos, obtuvieron beneficios de lo ganado en las peleas en las que participó este toro que merece ser recordado por siempre.

El descomunal animal se convirtió en un héroe comunitario y fue admirado por todos los arequipeños.

Retrato de Jesús Lazo con su toro rodeado de gente


El propietario de Menelik era don Jesús Lazo Lazo, un noble ganadero que gustaba de hacer buenas obras y compartir con su pueblo.

Peleas a cambio de una vida plácida




Los conocedores de la historia taurina de Arequipa, cuentan que Menelik fue un padrote muy solicitado. Apenas lógica esta situación, ya que todos querían ser dueños de un hijo del gran campeón. 

También se dice que vivía muy bien cuidado y protegido por su dueño.

Era el toro consentido por todos y murió de viejo, en la hacienda en donde nació y creció.

Justicia se le hace en el arequipeño museo de los toros, en donde se muestra la historia de tan particular tradición taurina, junto con la de otros toros famosos y sus fotografías, sin embargo el museo lleva el nombre del tan honorable ejemplar: Menelik.

Y claro que hubo otros ejemplares famosos, aunque nunca tan efectivos y sagaces como el protagonista de nuestra historia, pero igual de valiosos y valientes, como este de esta fotografía con su dueño don Pastor Acosta, llamado el Rey León.

Sin embargo, no cabe duda de que Menelik merece y merecerá siempre el puesto del número uno, campeón de campeones, en toda la historia de las tradicionales peleas de toros de la provincia de Arequipa, al sur del Perú.



Peleas sin muerte

En lo particular, la diferencia que encuentro entre estas peleas de toros y las no menos famosas corridas, es que en las primeras no hay muertes qué lamentar.

Los dos toros se enfrentan sin ser obligados, ya que si uno de ellos (o ninguno)  desea pelear, la pelea se suspende. 

Cierto que son azuzados para que peleen con gritos y hurras, pero son los dos animales los que deciden si van o no van a la contienda.

A veces uno embiste y el otro huye, entonces ya se da por terminado el "asalto".

Si ambos animales comienzan a pelear, la misma consiste en que cada uno empuja contra la cabeza del otro, haciendo que el que se canse más rápido decida retirarse y aceptar que ha perdido.

Una de las salas del museo de los toros


Cada pelea suele durar entre 3 a 9 minutos y siempre se respeta la retirada del toro que se da por vencido.

En cada jornada se pueden efectuar entre 15 a 30 peleas y un gran número de personas hacen apuestas, que pueden ir desde los 10 hasta varios miles de nuevos soles, que es la moneda actual del Perú.

Actualmente siguen efectuándose peleas en las zonas de Characato, Cayma, Socabaya, entre otras localidades.

¿Qué opinas acerca de estas peleas? ¿Asistirías a verlas?

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